miércoles, 12 de enero de 2011

Regreso sombrío


Y, como es natural, no me refiero al regreso de Manuel Sáiz, no se sabe si real o falso que anunció vía twitter ese eterno contendiente, ese hombre que cree ser un visionario y tan sólo nos legó un mar de sospechas, una época de banales exhibiciones que finalmente resultaron ser tongos para el espectador y el deporte. Un ejemplo perfecto, ya no tanto en su proceder, que también, como sobretodo en el de su aún legión de aguerridos seguidores, de cómo en este deporte se puede corromper y vender a cualquier precio una imagen pasando por encima de cualquier bondad ética: mientras “recuperaba” los abanicos o los ataques a toque de corneta desde grandes distancias, se asestaba una puñalada en una credibilidad que nos alejó definitivamente de aquellos años del desconocimiento y esa edad de la inocencia, para acabar en el tiempo de las suspicacias y las sospechas que explotaron definitivamente en 2006. En todo caso, no era ésa mi intención, la de evocar a un señor que, a pesar de esa autoproclamación como adalid de aquél nuevo ciclismo que quiso(y al fin al cabo logró conseguir a precios incalculables), no tiene mayor incidencia en el ciclismo más que en negativo, y con un importante punto que habría que analizar: el cómo llegó a la cima organizativa y de mando en un deporte profesional(lo que nos haría entrar en una reflexión bastante lúgubre del ciclismo). Pero ése no es el tema que nos ocupa, al menos de momento.


Muchas sombras, pocas luces. Así es como se presenta el ciclismo en un presente difícil y un futuro que se atisba más complicado aún más si cabe, en esta huída hacia delante que dura ya demasiado tiempo. Ante una temporada que en el plano deportivo ha sido de una cosecha francamente buena, con una temporada de clásicas vibrante como siempre(marcada por las exhibiciones de Cancellara en el adoquín), un Giro que tuvo emoción y algunas etapas extraordinarias(y no me refiero precisamente a la excursión por los caminos de tierra) y, pese a un Tour un poco descafeinado, una Vuelta a España que, deportivamente, se puede denominar con casi todas las letras como la mejor de, al menos, los últimos años(por no decir de siempre), el año nos deja con los dos número 1 de éste deporte o sancionados o con una grave sospecha detrás(a la espera de sanción, en el caso Contador).


El deporte profesional se nutre de grandes personalidades, de ejemplos que sobresalen y se convierten en estrellas de esa actividad, y que concentran una importante cuota de protagonismo. El ciclismo en un mismo año ha visto la caída de las dos más rutilantes, de la manera más sangrante, además. Tras procesos largos y tediosos que pretendían enmascarar de la manera más inútil y farragosa la mayor de las obviedades. Uno de esos procesos aún está abierto, aunque parece evidente que sólo se esté manteniendo lo que es una defensa moribunda ante un reglamento taxativo. No es algo que sorprenda en un deporte que ha pasado de la mayor impunidad a las bolsas criogenizadas con nombres en clave, pasando por las sanciones de 10 minutos en medio de una carrera. Pero no deja de ser algo que sigue sin poder borrarse y que lacra al ciclismo. Pero, como en la canción, “la vida sigue igual”, unos patrocinadores llegan, otros se van, y a pesar de los pesares el ciclismo sigue. Hoy por hoy no se si realmente eso es positivo o negativo, pues esta lenta agonía mantiene vivo un paciente en coma que, sinceramente, no se si se podría recuperarse o fuera mejor resetear su conciencia desde 0.


En todo caso, espero que este regreso a la actividad del blog con algunos proyectos que hay que recuperar(el del top-10 histórico es por mi parte un tema ya personal) y otros que irán surgiendo, me ayude, mediante la reflexión, a llegar a alguna conclusión, viviendo el presente, recordando el pasado y mirando el futuro de este gran deporte. Como siempre, están invitados.

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