miércoles, 18 de febrero de 2009

Flaco favor al ciclismo


Antes de nada perdonad dos cosas: mi retraso en escribir, y segundo, que después de tanto tiempo en este blog se vaya a hablar de dopaje, y encima del actual, y no de las payasadas de Hassenforder con las pastillitas en el pan y en el Armagnac. Voy a dejar otro tema que tenía en mente para desarrollar aparcado para comentar el triste suceso que hoy mismo, Miércoles 18 de Febrero, ha añadido una muesca más al bagaje negativo que opera, cada día a más(aunque desde las autoridades y la organización de carreras se diga lo contrario) en el ciclismo, y su enorme decadencia en donde está enclaustrado. Este post no es un ataque personal hacia nadie, sino en general, hacia el marco coyuntural que hoy, día de San Claudio respecto al santoral católico, ha dado un paso más, personalmente un paso decisivo hacia el mayor de los desastres, hacia la mayor de las tristezas, hacia el fin de la imagen, y más aún, del corazón del ciclismo.

Antes de nada, exponer la última lanzada hacia la credibilidad, en diversos diarios deportivos generalistas: Marca y As. No me voy a meter en hechos jurídicos de los que en cierta medida desconozco su desarrollo, lo más importante es, como comentaba, la lanzada a la credibilidad, no sólo del corredor en cuestión(que podría ser ese como cualquiera de los nombrados en la dichosa Operación Puerto), ni del deporte que practica, sino de nuestro país, España, en general, poniendo en duda no sólo su deporte hacia el exterior, sino sus medidas tanto deportivas como jurídicas en la lucha contra el dopaje. En una sociedad deportiva exterior que mira con recelo cada acción positiva de nuestros deportistas, en parte con razón en parte no, se le expide este escrito, que no es más que una defensa a ultranza de dos cosas: a) de la forma de hacer errónea de toda la Operación Puerto(error exclusivo de las autoridades competentes en España, tanto jurídicas como políticas/deportivas) y b) del encubrimiento sistemático de toda luz sobre dicho caso, auspiciado por, de nuevo, las autoridades. Justamente en el peor momento, con toda la prensa y opinión pública deportiva mundial con los ojos puestos en el CONI.

Este paso en falso, haciendo nulo cualquier intento de ese comite italiano de dar luz al asunto, deja en muy mal lugar tanto al ciclista(es hacerle un flaco favor, ya que le deja en el punto de mira más absoluto, y va a tener que seguir guerreando por su inocencia, con razón, porque aquí no se van a quedar las cosas) como a nuestro país. Un ordenamiento jurídico que se mete en decisiones de otros comités para... impedir arrojar luz a un proceso que lleva parado dos años. No se trata de que ellos no arrojen luz desde España hacia el exterior(contenido de las bolsas famosas, de quién son, y sus diversas medidas), sino que intentan tapar la poca luz que pudieran dar desde cualquier otro lado a este lamentable asunto. Haciendo con ello un poco de más mella en la credibilidad de nuestro deporte, con razón. Y en nuestro ordenamiento jurídico. Y con razón. En vez de pedir el esclarecimiento, la solución transparente, que debiera abogar cualquier tribunal, en España se intenta ex-culpar a los posibles culpables metiendo las pruebas que nos harían de una vez separar los culpables y los inocentes en un arcón, con llave cerrado para que no sepamos nada, para seguir encubriendo a unos, y condenando injustamente a otros. En un arcón, mismo procedimiento que la sangre de los que trataban con Eufemiano.