miércoles, 20 de junio de 2007

Carta abierta a Frank Vandenbroucke


Estimado Frankie.

Lo primero es, por supuesto, que me permitas tutearte. He visto tus andanzas desde aquel mágico 1991,¿te acuerdas?. Tenías por aquel año 17 añitos, eras toda una promesa. Estabas deseando demostrar la capacidad que tenías. Yo... bueno, no es tiempo de hablar de mi vida, hoy el protagonista eres tú. Y como digo, prefiero hablarte de tú, me pesa, siempre me ha pesado, hablar de usted a un hombre con el que he vivido tantos días de glorias y sinsabores. Pese a que tú vives muy lejos, los que seguimos el ciclismo con pasión, animando a todos pero algunos quizá con mayor ahínco, sentimos que parte de tí está en nuestro corazón. Eres un ciclista con el que pasa a menudo, mucha gente te sigue, mucha gente aún se acuerda y piensa en tus resultados actuales, futuros y sobretodo pasados. Yo, he de reconocerlo, siempre fuí un admirador de tu trabajo. Es posible que eso no me haga ser objetivo, pero qué vamos a decir... en los problemas, antetodo, nunca somos 100% objetivos... a tí ¿qué te voy a contar que no sepas?


Pero nos habíamos quedado en 1991. Era un día bastante nublado, pero sabías que podrías hacerlo. Costó mucho esfuerzo, como todo en la vida del ciclista, pero lo conseguiste. Ese Campeonato de Bélgica te abrió muchas puertas. La mitad de los ojeadores belgas se pegaban por tí, te habían visto "algo", no sé como llamarlo... un punto especial, entre todos esos chicos habías ganado... además en plan locomotora, con tus cabellos al viento, con esa sonrisa burlesca en la llegada. Tenías algo. Aún lo tienes, tantos años y batallas después. Al menos te abrió la puerta más importante, la selección, el Campeonato del Mundo, batirte con los mejores... y ganar ese bronce al año siguiente... desde luego la cosa no iba mal. Lotto te hacía un hueco de honor en su equipo de "espoirs", del que aprenderías mucho. Había muy buenos ciclistas allí, Lotto siempre ha cuidado bien a sus promesas, y tú eras la estrella, yú eras de los que sobresalía. Nadie sabía en dónde, porque todo te iba bien... Rodando, subiendo, en solitario, en grupos. Eras una promesa belga del ciclismo.


Y Bélgica necesitaba ídolos, la huella de Eddy aún es alargada. Después de él, de Lucien Van Impe... pues buenos rodadores, buenos clasicómanos, algún sprinter... pero nada más. El Tour no se podía ganar, la general quedaba muy lejos, la montaña no había tricolor que la pasase. La mala costumbre de poner la televisión y ver a un héroe belga fuera llano o montaña se añoraba. Tú representabas la diferencia. Nunca has subido mal, siempre te has defendido. Eso te hacía señalado, pero a tí siempre te gustó que se fijasen en tí, que te siguieran, que comentasen cómo progresabas, qué bien entrenabas y lo que sería de Bélgica con chicos como tú. Así pasaste a profesionales, en 1994, con Lotto, el equipo de tu juventud. Era febrero, y tenías mucha ilusión. Y te tenías que foguear, eso decían y tú querías hacerte notar... este Frank Vandenbroucke de Mouscron, con corazón valón, tenía que ser un nombre en boca de todos. Y lo hiciste muy bien, una etapa del Tour del Mediterráneo para empezar estaba muy bien. Viste el panorama, viste lo que había en Lotto y te marchaste... al equipo de moda, el Mapei. Una casa de clasicómanos, la casa del "mecenas" Giorgio Squinzi. Allí diste el paso, ganaste carreras, y llegó ese 1998 mágico.


Porque ya habías sido el 20º de la UCI, habías hecho podio en la Flecha Valona, habías ganado en Plouay, en París-Bruselas, en Escalda... pero 1998 sería tu eclosión, París-Niza, nada menos... Gante-Wevelgem por delante de Michaelsen y Nico Mattan, compañero y colega, podio de nuevo en el muro de Huy, 6º en Lieja-Bastogne-Lieja... estabas ya en la élite, en la élite del ciclismo belga. Por eso te fichó Cofidis. Por eso te fuiste a ganar mucho más dinero en el equipo francés. Querías fama, querías dinero. Te gustaba, y te sigue gustando mucho, la buena vida, ese gusto por vivir y no querer renunciar a nada aunque sea beneficioso. Eso para tí no significaba nada, sigue sin significar nada. Eres Frank Vandenbroucke, tú guías tu propio camino. O eso creías. ¿por qué hiciste esas cosas Frank? ¿por qué te metiste en ese camino? No quiero juzgarte, en absoluto. Eres libre de hacer lo que te parezca pero, ¿por qué no pensar las cosas antes de hacerlas?


Eras un nuevo héroe. Eras un ciclista mágico. Jamás olvidaré la Lieja-Bastogne-Lieja de 1999. Nunca. Ese hachazo en la redoute. Plato grande en la misma cara de Michelle Bartoli. Él era el favorito, tú eras el aspirante... pero te lo merendaste. Te merendaste a todos. Eras el mejor. St. Nicholas no fue nada para tí, sólo el sitio donde marcharte. Qué espectáculo. Qué año. La primavera te salió perfecta, tan sólo te faltó sentenciar alguna otra grande, Flandes, Roubaix... estabas siempre ahí. El Tour no fue posible pero... ¿y la Vuelta? quién se olvida de tu exhibición en el adoquinado de Ávila? los propios abulenses aún te recuerdan, aunque sigan de pasada el ciclsimo. Ese año por su capital pasó un avión, no un ciclista. La escapada camino de Teruel. Había corredor para rato. 25 años, y ni siquiera los habías cumplido todavía. Pero la fama, la superioridad, la mala suerte, porqué no decirlo... todo se convirtió en un torbellino de emociones y acciones equivocadas. Mucha marcha, salidas nocturnas, vidas poco ciclistas. Ya lo decía Bahamontes. Ni siquiera con la niña asentabas la cabeza... tú decías que en 20 días te ponías en forma. Pero... ¿y las lesiones?


Parte no fue culpa tuya. Tú sólo fuiste otro ejemplo, de prodigio que acaba... que acaba. Dopaje, escándalos constantes, tu nombre siempre salpicado, fuese en donde fuese... la suspensión en tu zona, aquellos medicamentos "para tratar al perro". El perro de Vandenbroucke, hasta para eso fuiste un pionero. Saltaba un escándalo, Vandenbroucke por allí, por allá. El ciclismo está podrido, sí, pero ¿te pensabas que eras intocable?¿que nadie te veía? Eso no es un ejemplo para tus hijas Frank. ¿por qué sólo intentaste retomar en serio tu carrera en el Quick Step? Sí, en Lampre tuviste mala suerte, en el Domo también. Pero no ponías de tu parte, tu fama iba y el ciclista llegaba un poco después, algo más tarde. Te convertiste en un nombre. Ya no eras un superclase, eras la pena de la clase. "El que se fue por mal camino" decían... yo nunca te tuve lástima...¿sabes por qué? Pues porque sabía que si no hubieras sido así, cabezón, testarudo e indisciplinado, nunca hubieras hecho lo que hiciste, ni para bien, ni para mal. Tristemente siempre tu mal ha sido más grande, mucho más grande que tu bien, ya no hablamos de deporte siquiera.


No te quiero aburrir, no te quiero dar la charla ni decirte lo que tienes que hacer. Para mí, Frankie, siempre serás un grande, desaprovechado, sí, pero un grande. Sé, en lo más profundo de mi reflexión, que hubieras sido capaz de grandes cosas. No fue así. Creo sinceramente que eres el fiel reflejo del ciclismo, en tu persona, en tu carrera, en todo. Un ciclismo descorazonado, raquítico moralmente. Si tienes lesiones: fuera. Si no te dopas: fuera. Si eres diferente: fuera. Si no tienes disciplina corporativa: fuera. No hay diálogo, tú, tómate esto, píchate ésto, vas a correr ésto y a callar. Tu no eras así, tu eras un vividor. Incluso sabías que podías hacer un buen negocio con las sustancias dopantes. Esa mafia con la que no se sabe muy bien si formas parte, colaboras, te surten o qué, incluso aparece en los lazos de Silvester Stallone en sus delitos en Australia... ¿todo eso era necesario? ¿era necesario perder la cabeza, hacer el tonto con las escopetas, hacerle esto a Sara y a las niñas?


Frankie, por favor, no seas otro típico ciclista. No sigas la "senda de elefantes" de los problemáticos ciclistas modernos. Ya hace muy poquito nos diste el aviso de que las cosas van a peor. La lesión... ¡da igual la lesión!, la vida, tu vida es lo que importa. No sigas esa senda de autodestrucción, de sustancias de todo tipo, de mafias, de prozac casero en la madrugada, de violencia sin sentido hacia personas que no lo merecen. Recapacita. Has sido un gran ciclista. Tenías una clase infinita, maravillosa, una capacidad y una actitud rebelde sublimes. Eso te hizo único, no te vayas ahora a convertir en una más de esas tragedias que se hacen anónimas tristemente por el paso del tiempo y que no cambian nada de ese mundo ciclista que viviste y que aún vives. Marco se fue y nadie escuchó el mensaje que, inconsciente nos mandó. ¡parad ya! decía. Pero se quedó en la nada, junto con esas grises cortinas en un hotel de mala muerte. No sigas por ahí. La vida está para vivirla, y para mejorar. De una u otra manera, progresar. El ciclismo esmcuhas veces muerte, actualmente es más cinismo que otra cosa, no seas el siguiente. Que no haya siguiente. Pese a las trampas, pese al dopaje, pese a los errores cometidos...¡ánimo, Frankie!

4 comentarios:

David dijo...

Y es que grandes ciclistas han habido muchos. Grandes campeones, sólo unos pocos. Pero genios, se pueden contar con los dedos de una mano.

Los genios siempre han tenido vidas convulsas y muertes prematuras o traumáticas. Eso es inseparable de su genialidad. Seguro que Frank hubiera sido un genio si el destino hubiera puesto un pincel en sus manos o un piano. Pero el azar quiso que naciera sobrino de Jean-Luc y desde niño su senda estuvo clara. Yo babeaba en aquellas dos temporadas y me llenaba la boca hablando a todo el mundo de ese Belga que con 23 años se pasaba por la piedra a quien hiciera falta y que yo veía como el nuevo dominador del Tour.

Ahora espero que no termine como otros de los dos ultimos genios que ha dado este deporte

alby dijo...

gracias por tu comentario.

La verdad es que sí se puede ver la genialidad como parte inseparable de la "diferenciación" con los demás que lleva a muertes y vidas convulsas. Pero creo que todo en la vida se puede "controlar", aunque sea en la mínima medida. Sólo eso podemos pedir a VDB, que al menos, piense con la cabeza.

Cheli Fdez. dijo...

Apenas hace 15 minutos que me he enterado, de la triste noticia del fallecimiento de VDB, y conmocionado aún, he querido rememorar esta carta abierta (GRANDISIMO TRABAJO)... y si, ha sido imposible reprimir las lagrimas que recorren el filo de mi cara mientras la leia y mientras te escribo.

D.E.P Frank Vandenbroucke (06/11/1974 - 12/10/2009)

alby dijo...

Un día muy triste para todos, especialmente los que vibramos con este corredor, con el que nos ilusionamos y con el que después nos desilusionamos y hoy estamos apesadumbrados.

Gracias por tu emocionante comentario.

Descansa en paz, Frankie.