martes, 23 de octubre de 2012

Que no se convierta en un desfile de monstruos

Ayer la UCI dio un comunicado además de una rueda de prensa por parte de su cabeza visible, Pat Mcquaid, en donde daba por bueno el informe de más de 1.000 páginas de la USADA(la agencia antidopaje estadounidense) en respecto al dopaje sistemático en el US Postal de Lance Armstrong en los años 1998-2006 y ratificaba la sanción del organismo norteamericano al ex-ciclista texano, desposeyendo pues a Armstrong de 7 Tours de Francia ganados consecutivamente(1999-2005) así como otras carreras ganadas en ese periodo por el corredor, como la Vuelta a Suiza de 2001 o las Dauphines de 2002 y 2003 y sancionándolo de por vida.(...)


La ratificación de la sanción tiene su punto de sorprende por el hecho de que no trate su vuelta al ciclismo en 2009 y 2010, en donde todavía pudo ser 3º en el Tour de 2009(que ganó Alberto Contador). En cualquier caso, el corredor que más rondas galas había logrado pierde todas sus coronas en París que, a la espera de una resolución definitiva por parte del organismo regulador del ciclismo, quedan en el limbo. La organización del Tour ya ha pedido en varias ocasiones que así quede, en blanco,  el ganador de los Tours que en la carretera y mediante trampas ganó el texano. Me adhiero a esta propuesta.

Por dos motivos. El primero porque quedaría como un aviso a navegantes, como un aviso de que, a pesar del tiempo, las prácticas de este tipo pueden estallar y terminar mal, con una sanción ignominiosa y el descrédito que cualquier tramposo tahúr merece en su aspecto deportivo. Y la segunda porque el baile de monstruos que podría generar el “repartir” esos Tours y carreras ganadas por Armstrong podría ser un paso más allá en el descrédito del ciclismo. Sólo hay que ver los corredores que se llevarían el gato al agua si el palmarés eliminase a Armstrong y coronase a los segundos clasificados de sus mejores victorias.

Por lo pronto, Jan Ullrich, el famosísimo “hijo de Rudicio” en los documentos de la Operación Puerto, sancionado por dopaje y cliente de Luigi Cecchini(médico que llevaba a Riis en 1996 cuando ganó el Tour dopado con EPO como él mismo reconoció) se llevaría 3 Tours de una tacada. Pero es que los demás corredores que heredarían victorias del norteamericano en París(Alex Zülle que fue salpicado en el affaire Festina, Joseba Beloki que corrió en Festina, ONCE y Liberty Seguros "los azules" de Manuel Sáiz y Eufemiano, Andreas Klöden que fue salpicado por el Caso Friburgo en 2009 donde se salvó al pagar una multa de 25.000€ e Iván Basso, sancionado por la OP y que cuando estaba en CSC era llevado por el ya comentado Cecchini) estarían en la misma circunstancia. Por no comentar que la Dauphine de 2002 iría a parar a Floyd Landis, que ha sido uno de los que ha testificado precisamente contra Armstrong por dopaje sistemático en su mismo equipo en el informe de la USADA, y todos recordamos aquella edición de la carrera francesa previa al Tour por el increíble dominio del US Postal con primero y segundo, ahora sabemos porqué.

El ciclismo no necesita esto. Necesita reconocer sus errores, ver en todo lo que se ha equivocado en el tema del dopaje y aprender para combatirlo. El periodo tras el affaire Festina de 1998, que se decía sería limpio, ha resultado ser el más manchado de la historia del deporte hasta la fecha. Como homenaje póstumo a esa circunstancia, a la vergüenza de esos años de tiranía, no se me ocurre otra cosa mejor que dejar en blanco las carreras por las que pasaron estos tramposos. Es lo mejor que podría pasar.

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